Bicicletas

Siempre se ha dicho que las bicis son para el verano, pues como ya hace ese calorcito, ayer se suponía que era un día ideal, decidimos dar un paseo en ellas. En casa hay dos, la de Titi y la de Jose que son los usuarios de ellas, Dadi y yo somos mas de andar, (ella mas de leer si la dejo) pero ayer era día de bici. Titi se apunta y yo me quedo sin ella.
Oh!, si en el garaje hay colgada una de mi cuñada (tiene historia la bici porque es de alguien que junto los cupones de un periódico y cuando hubo que pagar por ese trasto, se la dejo de recuerdo a la kioskera, mi cuñada y acabo en mi garaje, no se la razón)
 Estaba allí para salvarme de la situación y me dispongo a subirme, inflo ruedas, intento subir sillín,sin éxito,queda un poco pequeña pero bueno, en marcha. La primera cuesta abajo ya me mosquea, anda poco y si tienes  que dar pedales, mal vamos, pero optimista yo decido seguir,  llega la cuesta arriba y las niñas me sacan una distancia considerable, pero yo sigo a mi ritmo (aquello me esta matando, entre alergia y falta de costumbre llevo la lengua fuera) pero sigo y el final de la cuesta lo subo andando. !Un llano por fin!
Ni llano ni nada, mira que el terreno es ideal, pero ni por esa, la bici hace unos ruidos la mar de extraños, parece dispuesta a irse dejando caer piezas por el trayecto, pero sigo por pundonor.
Tres km mas allá decido que ya he tenido bastante, total si voy sola, me bajo y voy andando.
Sabe Dios las ganas que me dieron de dejarla por ahí tirada, me pudo la vena ecologista para regresarla a casa. Me pregunta mi marido que si puede hacerla algo para que vaya mejor y lo tengo clarisimo, un soporte para ponerla fija en el jardín del huerto, ¡va a servir de macetero!
Este verano ya tuve bastante bicicleta.

 Espero que para eso sirva!